Acerca de nuestros examinadores
Un examen del ABRSM es un emocionante desafío para los aspirantes, por lo que hacemos todo lo posible para que resulte una experiencia positiva y gratificante. Nuestros examinadores se esfuerzan para que los aspirantes se sientan cómodos y procuran crear una atmósfera en la que puedan brindar su mejor interpretación.
Antes del examen | Durante el examen | Después del examen
¿Cuánto dura un examen?
Un examen de Nivel 1º dura unos 12 minutos. Conforme avanzan los niveles la duración de los exámenes se incrementa hasta el Nivel 8º, que dura alrededor de 30 minutos.
La duración varía ligeramente dependiendo del instrumento y el nivel, así como de cualquier preparativo necesario para aspirantes que requieran ayuda para acceder a la sala o que precisen de un intérprete (para los exámenes en español se añaden 3 minutos al tiempo establecido).
En la sala de examen
Cuando el aspirante entra en la sala de examen el examinador le da la bienvenida y confirma su nombre. Todo estará preparado para el examen: un piano, una silla para los instrumentistas que deben sentarse para tocar y una mesa desde la que el examinador escucha y en la que realiza sus anotaciones en la hoja de puntuación.
En ocasiones hay dos examinadores en la sala de examen. Uno de ellos dirige y puntúa el examen, mientras que el otro se encuentra allí en calidad de observador. Esta es una parte esencial de nuestros procesos de formación y control de calidad. El hecho de que haya dos examinadores presentes no afectará a la puntuación ni al resultado final. El representante deberá explicárselo a los aspirantes antes de entrar en la sala de examen.
Durante el examen puede haber pequeñas pausas entre piezas o canciones y secciones. No hay que preocuparse por ello: el examinador simplemente estará escribiendo comentarios en la hoja de puntuación.
Sobre el piano
El piano del examen puede ser de pared o de cola. Todos los pianos en los centros examinadores de ABRSM deben ser de buena calidad y ser revisados y afinados antes de los exámenes. Los examinadores también prueban el piano al comienzo del día y lo tocan durante las pruebas de percepción y comprensión auditiva. Esto quiere decir que sabrán cómo responde un piano en particular y qué es lo que experimentan los aspirantes al tocarlo.
Preparación
En la sala de examen los aspirantes pueden tomarse un poco de tiempo para acomodarse y prepararse antes de empezar. Esto puede incluir el ajuste del taburete del piano o la ubicación correcta del atril (algo en lo que deberían pensar con antelación). El examinador ayudará a ajustar o mover objetos si es necesario y también dará a los aspirantes la oportunidad de calentar tocando o cantando unas cuantas notas.
Afinación
Para muchos instrumentistas, aprender a afinar su instrumento es una parte importante del aprendizaje. También es un aspecto importante en la preparación previa al examen.
Los aspirantes deberían poder comprobar la afinación de su instrumento antes de entrar en la sala de examen. De este modo solo necesitarán un último retoque al comienzo del examen. En ciertos instrumentos y niveles se permite al profesor o acompañante que ayude al aspirante en esta tarea (consultar la programación).
Los examinadores no pueden ayudar con la afinación o el ajuste de instrumentos. Sin embargo, si un aspirante necesita ayuda y esta no está disponible en ese momento, el examinador hará lo que esté en su mano para colaborar: cambiar el orden del examen – realizando antes las pruebas de percepción y comprensión auditiva, por ejemplo – o, si es posible, cambiar el horario para que el aspirante haga su examen más adelante durante el mismo día, una vez haya encontrado la ayuda necesaria.
Acompañamiento
Los cantantes e instrumentistas que toquen piezas con acompañamiento deberán traer su propio acompañante. Los examinadores no pueden acompañar a un candidato, puesto que ello afectaría a su capacidad para puntuar el examen y no se permiten los acompañamientos grabados (excepto en los exámenes de Jazz).
Sin embargo, si un acompañante no está disponible en el momento del examen o llega tarde, los examinadores harán lo posible por modificar el orden del examen o, si es posible, el horario del mismo, de manera que el acompañante tenga tiempo de llegar.
El orden del examen
Los aspirantes pueden realizar los elementos del examen en cualquier orden. Esto es algo que aspirante y profesor deberían decidir antes del examen.
Los aspirantes que necesiten pianista acompañante normalmente deberían comenzar con sus piezas o canciones. De este modo, el acompañante entrará en la sala de examen con ellos y saldrá de la misma una vez finalizada dicha sección del examen. No obstante, si un aspirante decide comenzar con una sección diferente, deberá comunicárselo al representante, quien se encargará de llamar al acompañante en el momento adecuado.
Los aspirantes de guitarra, arpa, percusión o instrumentos de tecla, con frecuencia prefieren empezar con escalas y arpegios, puesto que esto les da la oportunidad de calentar y, en el caso de los pianistas, probar el instrumento.
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Durante su examen, los aspirantes interpretan piezas o canciones seleccionadas por ellos mismos de las listas de repertorio de la programación. Dicha programación también incluye información adicional sobre muchos aspectos de este apartado del examen, como música de examen y ediciones, elementos de la partitura (digitaciones, arcos, indicaciones de metrónomo y adornos), repeticiones y pasos de página.
Antes de empezar, los examinadores necesitan saber qué piezas o canciones va a interpretar el aspirante, para poder comprobar la programación y tomar nota en la hoja de puntuación. Como las listas de repertorio para Canto son mucho más extensas que las de los exámenes de instrumento, rogamos a los cantantes que traigan sus canciones anotadas en una hoja para entregar al examinador. Sería, además, de gran ayuda que el aspirante incluyera el título de cada canción, su autor y su numeración en la lista de programación (p.ej. A2 o B1). Con este fin, proporcionamos modelos en la parte posterior de los folletos de programación y en nuestra página web, aunque los aspirantes pueden utilizar una hoja de papel escrita en el formato que deseen.
Los aspirantes instrumentistas pueden hacer lo mismo con sus piezas o simplemente indicar al examinador qué piezas van a tocar.
En piezas largas los examinadores pueden pedir al alumno que se detenga en un punto determinado, una vez que hayan escuchado suficiente como para evaluar.
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Para esta sección, los examinadores piden a los aspirantes que toquen una selección de los requisitos establecidos para el nivel. Los examinadores normalmente piden al menos un ejemplo de cada modelo de escala/arpegio de la programación.
Las velocidades mínimas recomendadas para las escalas y arpegios de cada nivel pueden consultarse en nuestra web, folletos de programación y libros de escalas, pero la velocidad es solo uno de los aspectos a evaluar en ellas. Los aspirantes necesitan lograr un equilibrio entre la velocidad y el resto de las cualidades indicadas en los criterios de puntuación, como la precisión, la homogeneidad de sonido y la regularidad rítmica.
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En lugar de escalas y arpegios, los cantantes interpretan de memoria una canción popular tradicional de su elección, sin acompañamiento. Pueden cantarla en cualquier tonalidad. Si es necesario, les está permitido tocar la primera nota o acorde en el piano antes de empezar.
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Los aspirantes disponen de medio minuto para mirar y probar la pieza de lectura a primera vista antes de comenzar la prueba. Los examinadores lo explican al entregarles la partitura. Durante este tiempo de preparación no se evalúa y los aspirantes pueden tocar o cantar cualquier parte de la prueba. Lo importante es que se sientan cómodos utilizando el tiempo como estimen oportuno, algo que profesores y aspirantes deberían planificar antes del examen.
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En este apartado del examen, los examinadores se dirigen al piano para tocar las pruebas y plantear algunas preguntas al aspirante. Las pruebas de percepción y comprensión auditiva duran apenas unos minutos pero proporcionan al examinador mucha información sobre la capacidad auditiva de los aspirantes y su conciencia musical.
En esta sección, los examinadores evalúan la respuesta general del aspirante, en lugar de puntuar por separado cada prueba.
Cuando las pruebas requieren una respuesta cantada, los examinadores buscan una afinación correcta, no calidad vocal, y los aspirantes pueden tararear o silbar si lo prefieren.
Tras las pruebas auditivas, los examinadores regresan a su mesa para escribir los comentarios en la hoja de puntuación.
¿Qué pasa con los errores?
Los examinadores comprenden perfectamente que los aspirantes puedan cometer errores en un examen que no cometían en clase o en casa. Asimismo, valoran la pronta recuperación tras un error y la tienen en consideración a la hora de puntuar.
En la mayoría de los casos, los resultados de los exámenes coinciden con las expectativas de los profesores, pero en ocasiones los profesores se sorprenden con el resultado de alguno de sus alumnos. Esto suele deberse a que lo comparan con su desempeño en clase. Sin embargo, los examinadores solo puntúan lo que escuchan en el día.
El eje central de un examen de música lo constituye una interpretación en vivo frente a un examinador. Ser capaz de interpretar correctamente en este contexto extraordinario es uno de los rasgos más importantes intrínsecos en la prueba.